Escrito por Webmaster Plataforma,
viernes 1 de junio de 2012 , 18:21 hs
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en Aulas Cirugía y Escolares Arrixaca
El pasado viernes 1 de junio asistí como maestra voluntaria al aula hospitalaria infantil del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Aquella mañana, viví una experiencia inolvidable y me sentí afortunada de poder compartir con aquellos niños un bien común, la música.
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Andrés y Cecilia |
El transcurso de la sesión se llevó a cabo en el aula hospitalaria junto a la maestra Juana Mari, y como es habitual, con la presencia de enfermeras y celadores, cuya atenta predisposición y excelente labor contribuyó a que la sesión se realizase de la mejor forma posible.
Aquella mañana, acudieron al aula casi una veintena de niños, con edades comprendidas entre los 4 y 14 años aproximadamente. Cuatro de ellos estaban en cama, uno de ellos en silla de ruedas y el resto sentados en las sillas del aula.
Cuando todos ellos llegaron, algunos mostraban cara de felicidad, otros algo de desconfianza al principio, y a otros se les veían expectantes e intrigados. Sin duda, ninguno podía imaginar lo que iban a vivir aquella mañana en el aula de música; sin duda, ninguno podía imaginar las sorpresas que les aguardaban. Ni siquiera yo, que llegué con muchas ganas e ilusión y estaba deseando empezar a trabajar con aquellos niños, pero debido a la visita de un invitado de lujo, mi cara también fue de sorpresa y me sentí muy afortunada de poder compartir unas horas junto al maestro, músico y compositor Andrés Meseguer.
Cuando Andrés llegó comenzó a sonar la música, y con ella, la magia y la alegría. Nos embarcamos en un viaje muy especial y conocimos a multitud de animales. El hipopótamo, la jirafa alta, el perrito guau, o el cocodrilo Drilo, fueron algunos de los animales afortunados, Andrés nos desveló cómo eran y nos contó sus aventuras y secretos más bien guardados.
Pero no sólo conocimos animales, también instrumentos: uno de cuerda, la guitarra; y otro de viento madera, el saxofón. Los niños pudieron escuchar y ver de cerca estos instrumentos, y asistieron a un concierto muy especial.
Después, también recordamos a Fofó, un querido payaso al que todos hacían caso, y nos divertimos mucho con el espectáculo de malabares que nos ofreció “Fofó Meseguer”.
Durante toda la sesión, las sonrisas se adueñaron del aula de música. Los niños, madres, maestras, enfermeras y celadores se sumergieron en un mundo de fantasía y música, Andrés con sus canciones, nos hizo reír y volver a creer, todavía más, en la magia de la música.
Gracias a todos los niños por hacerme crecer como maestra y persona. Gracias por la oportunidad de poder compartir sesión con el maestro de los maestros, Andrés Meseguer. Gracias a las enfermeras y celadores por su trato y afecto que me han mostrado en todo momento. Y gracias a Juana Mari, Ana, Pedro y José por la labor que realizáis, sin duda, es inmensa.
¡Hasta muy pronto!
Cecilia Ortuño