Me podría poner poético o súper transcendental a hablar de esta experiencia, pero simplemente me sale sonreír, como he conseguido hacer alguna vez a los peques. Sólo por ello ha merecido la pena volver y ojalá que tenga la oportunidad de volver una y mil veces más.
A través de los cuentos y de las canciones podemos hacer soñar despiertos. En un mundo lleno de preocupaciones y de problemas, creo que hacer algo distinto, pensar en los demás, hacer sonreír a los demás, escuchar a los demás, empatizar con los demás, son deberes que todos deberíamos hacer día a día.
Salgo del hospital siempre con más ganas de vivir, de apreciar cada día que tenemos y por supuesto de no dejar de soñar con o sin cuentos, con o sin canciones, a cada momento que pueda. Soñando con un mundo un poquito mejor, espero que al menos por mi esfuerzo no sea.
Animaos todos a vivir esta experiencia y mil gracias a la gente maravillosa del hospital.
Borja Borrachero, maestro colaborador
en el programa de artes pláticas
"Maleta de colores"